martes, 9 de abril de 2013

Biomas

Los biomas

Las comunidades vegetales y su vida animal asociada que constituyen un bioma son discontinuas, pero una comunidad puede asemejarse mucho a otra que se encuentre en el lado opuesto del planeta. Sometidas a fuerzas evolutivas semejantes, las formas de vida resultantes también se asemejan. Un bioma es una clase o una categoría, no un lugar. Cuando hablamos del bioma de la sabana, por ejemplo, no estamos hablando de una zona geográfica determinada, sino de todas las sabanas del planeta. Como ocurre con la mayoría de las abstracciones, se omiten detalles importantes. Por ejemplo, los límites no son tan definidos como los muestran los mapas, ni tampoco es fácil clasificar con criterios semejantes a todas las áreas del mundo. Sin embargo, el concepto de bioma enfatiza una verdad importante: donde el clima es el mismo, los or-ganismos también son muy similares, aunque no estén genéticamente relacionados y se encuentren muy distantes por su historia evolutiva. Los organismos de un mismo bioma, pero de áreas geográficamente separadas, proporcionan muchos ejemplos de evolución convergente.

Biomas del mundo. La información de estos mapas y las referencias que los acompañan fueron suministradas por A.W. Küchler, de la Universidad de Kansas, EEUU, una de las principales autoridades en el tema de la distribución de biomas. Dada la cobertura global de los mapas, la escala es relativamente pequeña y el contenido es general. Los distintos biomas no siempre son uniformes y todos incluyen considerables variaciones de vegetación. Los límites entre los biomas pueden ser marcados, pero frecuentemente son difusos y están formados por zonas anchas de transición entre un tipo de vegetación y otra.
Las sabanas son praderas tropicales con manchones de árboles dispersos. La transición del bosque abierto con un suelo tapizado de gramíneas a la sabana es gradual y está determinada por la duración y severidad de la estación seca y, frecuentemente, por el fuego y por el pastoreo y ramoneo de los animales.
En la sabana, la competencia crítica es por el agua, en la cual las gramíneas resultan favorecidas. Estas plantas son muy aptas para prosperar en suelos finos, arenosos, con lluvias estacionales ya que sus raíces forman una densa red capaz de extraer la máxima cantidad de agua durante el período de lluvias. Durante las estaciones secas, las partes aéreas de las matas mueren, pero las raíces profundas son capaces de sobrevivir hasta muchos meses de sequía. El equilibrio entre las plantas leñosas y las gramíneas es delicado. Si disminuyen las lluvias, los árboles mueren. Si aumentan las lluvias, aumenta la cantidad de árboles, sombrean a las gramíneas, y éstas, a su vez, tienden a desaparecer. Si hay un pastoreo excesivo de gramíneas (lo que habitualmente ocurre cuando se introduce ganado para propósitos pecuarios), queda un excedente de agua en el suelo que incrementa el número de plantas leñosas y la pradera habitualmente desaparece.
Las sabanas mejor conocidas son las de África, habitadas por el grupo de grandes herbívoros más abundante y diverso del mundo, que incluye a las gacelas, el impala, el antílope alce o elan, el búfalo, la jirafa, la cebra y el ñú. Otro ejemplo es la ancha banda transicional que rodea a la región de las pampas, donde la estepa graminosa se va poblando de bosquecillos y de ejemplares aislados de Prosopis y otras leguminosas leñosas con forma de parasol. El paisaje vegetal recuerda a la sabana africana pero los herbívoros, mucho menos abundantes, son medianos o pequeños: cérvidos, guanacos, ñandúes, diversos armadillos, vizcachas; entre los carnívoros: zorros, zorrinos, pumas y diversas aves carroñeras.

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